COMO INFLUYEN LOS COLORES EN NUESTRAS EMOCIONES:
Los expertos en psicología del color afirman que éstos influyen en nuestro estado de ánimo y que pueden cambiar nuestras emociones. Aunque muchas veces no seamos conscientes del color de las paredes de una habitación en la que nos encontremos, nuestro cerebro analiza cada uno de los elementos decorativos y asimila el color predominante.
La energía de los colores entra en nosotros a través del sentido de la vista y nos hace reaccionar de manera inconsciente y casi sin darnos cuenta. Cada color produce una sensación distinta según su tonalidad y la asociación que hacemos con algunos estímulos de nuestro medio ambiente.
Por eso es conveniente analizar los colores de pintura para paredes y cómo pueden influirnos a nivel psicológico, así podemos renovar nuestro hogar obteniendo un ambiente único y acogedor que nos lleve a sentirnos bien en cada espacio de nuestra casa.

Amarillo:
Es el color del sol, es luminoso, fresco y estimulante. Transmite energía, influye en la intuición y el éxito. Fomenta la creatividad e incita a la actividad. Es adecuado para cocinas, baños y lugares para el estudio pero no es apropiado para lugares de descanso.
Naranja:
Es un color energético que estimula el apetito, por eso se usa mucho en cocinas y restaurantes. Es perfecto para lugares en los que queremos ejercer alguna actividad, como gimnasios. Da mucha energía y se asocia con la ambición, evoca emoción y entusiasmo. Pero si se combina con azul, entonces transmite calma, serenidad y armonía.


Rojo:
Anima los sentidos, dándole pasión a nuestra vida. Está asociado a la energía, al poder y la vitalidad, evoca el entusiasmo y promueve la conversación. Los tonos de rojo, como el borgoña, son elegantes y provocan una fuerte impresión en la decoración de interiores, pero el rojo también puede provocar agresividad y hasta resultar siendo estresante. Por ser un tono fuerte, se recomienda usarlo como accesorio o pintar solo una pared principal dentro de un ambiente.
Azul:
Es el color de la tranquilidad, la calma y la armonía por excelencia. Descansa la mente y reduce los síntomas de estrés y ansiedad. El azul claro ayuda a relajar y conciliar el sueño, produce tales sensaciones por estar relacionado con la calma del mar o del cielo tranquilo. Es ideal para los dormitorios, baños, áreas sociales y empresas. Es cálido, sugiere confianza, seguridad y promueve la eficiencia. El azul oscuro, especialmente en habitaciones que reciben poca luz, evoca sentimientos de tristeza.


Verde:
Es el símbolo de la naturaleza, es refrescante y vigorizante en sus tonos más vivos, pero también puede dar una gran tranquilidad y estabilidad si se usa en tonos más suaves y claros. Se dice que es el color más relajante para el sistema nervioso de los seres humanos, es un tranquilizante natural e incluso se habla de un poder curativo ayudando a estabilizar las emociones. El color verde es ideal para cualquier habitación, especialmente la sala de estar, el comedor y el dormitorio.
Blanco:
El color blanco transmite tranquilidad y frescura. Es el color de la luz y el bienestar emocional, perfecto para todos aquellos que se encuentren en un estado emocional alterado. Además de facilitar la concentración, las paredes pintadas de blanco aportarán luz y amplitud a tu casa.


Púrpura, morado o violeta:
El morado en sus tonos más oscuros, como púrpura o violeta, refleja espiritualidad, creatividad, lealtad y éxito. Es un color moderno que puede utilizarse en salas de estar y en dormitorios. En tonos más claros, como lila, evoca la serenidad y aporta tranquilidad, excelente para paredes de cuartos para niños. Son tonos ideales para pintar paredes de habitaciones donde queramos abandonarnos al relax, ya que transmiten paz, armonía y bienestar.
Marrón:
Es un color neutro, cálido y que combina a la perfección con casi cualquier otro color en el dormitorio. Además, refleja seguridad y estabilidad. Transmite sentimientos comunes sin manifestar riesgos, vitalidad ni problemas. En las paredes del hogar es acogedor, natural e ideal para usar en el salón.


Gris:
El gris es otro de los tonos neutros que no pasan de moda. Transmite orden, paz y es perfecto para combinar con colores más alegres e intensos. Es un color que refleja poca luz, pero si va acompañado de tonos brillantes, se vuelve un color que se relaciona al lujo y abundancia.